El Partido Demócrata de Estados Unidos ganó las gobernaciones de dos estados y la alcaldía de Nueva York, justo en el primer aniversario de la victoria de Donald Trump en las presidenciales.

365 días después de que Donald Trump venciera en las elecciones presidenciales a la candidata demócrata Hillary Clinton, el Partido Republicano sufre un revés en las urnas: las únicas gobernaciones que estaban en disputa quedaron en manos de candidatos demócratas, al igual que la Alcaldía de Nueva York. Adicionalmente, varios legisladores republicanos de las Asambleas locales fueron desbancados por el partido del expresidente Barack Obama.

Con el 71% de los votos escrutados en Nueva Jersey, el candidato demócrata Philip Murphy obtuvo el 55,6% de los votos y venció a la aspirante republicana Kim Guadagno.
Mientras tanto, en Virgina, con el escrutinio del 99 % de los sufragios, los demócratas mantuvieron la gobernación gracias a la victoria de Ralph Northam, con el 53,6 % de los votos frente al republicano Ed Gillespie.

El presidente Trump se desligó de las derrotas y afirmó que Gillespie no lo representa. Desde China, aseguró que los republicanos "seguirán ganando, incluso más que antes".
En Nueva York se impuso el alcalde Bill de Blasio, con un 64,5 %, frente al 29,7 % de su rival republicana, Nicole Malliotakis.