La noche del 12 de agosto es la ocasión por excelencia para observar la lluvia de estrellas de las Perseidas, originada por la nube de polvo y rocas que el cometa Swift-Tuttle deja a su paso.
Este fenómeno recibe tal nombre porque los meteoros parecen venir de la constelación de Perseo. También se le conoce como “lágrimas de San Lorenzo” en honor al santo que se conmemora el 10 de agosto.
En este año, las estrellas fugaces se hicieron visibles desde el 17 de julio y se estima que permanecerán hasta el 24 de agosto. Se trata de meteoros sumamente brillantes ya que colisionan casi frontalmente con la atmósfera terrestre.