Cada cuatro años, el Mundial nos presenta equipos que -aunque en el papel son débiles- demuestran jugar con el corazón necesario para vencer a gigantes del deporte; Costa Rica en 2014, Ghana en 2010 o Corea del Sur y Turquía en 2002; tal es el caso de Marruecos e Irán en Rusia 2018, que buscarán dar la sorpresa dejando fuera a alguna de las favoritas, España o Portugal.
El conjunto marroquí, dirigido por el francés, Hervé Renard, cuenta con una de las generaciones más talentosas en la historia del país, entre las que destacan jugadores como Mehdi Benatia (Juventus), Youns Belhanda (Galatasaray) o Hakim Ziyech (Ajax), éste último siendo la máxima referencia al frente. Plantado en el campo con un balanceado 4-2-3-1, el equipo de Renard corrió en la primera posición de su grupo durante la clasificación a la Copa del Mundo sin sufrir ninguna derrota, finalizando cuatro puntos por delante de su más cercano competidor, Costa de Marfil. La solidez defensiva, liderada por Benatia, imperó durante la clasificación, ya que en la etapa final logró anotar 11 goles en los seis partidos disputados, dejando su marco en cero en cada uno de los encuentros.
Por su parte, Irán, dirigido por el portugués Carlos Queiroz, cuenta -como lo indica el sello de Queiroz- con un sistema defensivo ordenado (sólo permitió dos goles en diez partidos de eliminatoria), así como una línea ofensiva que cualquier equipo fuera de la élite mundial desearía tener, lo que le bastó para terminar invicto y sumar siete puntos más que Corea del Sur (22), su más cercano competidor en el grupo.
Dentro del mismo parado táctico que sus rivales, podemos encontrar en la formación de Irán a sus dos principales talentos en ataque. Sardar Azmoun, que a sus 23 años ya figura dentro del Top 5 de goleadores con la selección asiática (23 goles en 32 partidos disputados), pinta para ser la gran estrella al frente para Irán. Además del delantero centro del Rubin Kazán de la Superliga Rusa, el AZ Alkmaar aporta a Alireza Jahanbakhsh, jugador desequilibrante por las bandas y el centro, talentoso para asistir y anotar, cualidad que le ha valido para adjudicarse el título de goleo de la Liga de Holanda. Este encuentro será un choque entre dos equipos muy balanceados y sólidos en defensa, donde el talento individual puede marcar la diferencia para alguna de las dos escuadras, que buscan arrancar con tres puntos en la bolsa, con la ilusión de sorprender al mundo entero y avanzar a los Octavos de Final.
Marruecos vuelve a una Copa del Mundo por primera vez desde Francia 1998, donde registraron un triunfo ante Escocia, un empate contra Noruega y una derrota ante Brasil, misma que los marginó de avanzar a la segunda fase, un punto detrás de Noruega.
Por su parte, Irán asistió al Mundial Brasil 2014, terminando en vigésimo octava posición, con apenas un punto, mismo que consiguió en el empate sin goles ante Nigeria.