El Ejército egipcio anunció la suspensión del actual gobierno encabezado por el presidente Mohammed Morsi, primer gobernante electo democráticamente en la historia del país.
 

Luego de un año de gobierno, caracterizado por múltiples protestas ante el estilo autoritario de su gestión y de su partido, los Hermanos Musulmanes, Morsi fue de hecho destituido y se encontraría bajo arresto.
 

En los últimos días, varios ministros habían renunciado mientras cientos de miles de personas salían a las calles y ocupaban la emblemática plaza Tahrir, de El Cairo.
 

El anuncio de la decisión de los militares fue hecho por el ministro de Defensa y comandante de las Fuerzas Armadas, general Sissi, quien apareció junto al líder opositor, el diplomático Mohammed Baradei, y los dos principales dirigentes religiosos de Egipto, el jeque musulmán de Al Azhar, y el Papa de los cristianos coptos, para enfatizar el apoyo de la sociedad civil a la medida.

Mientras tanto, el presidente interino será el presidente del Consejo Constitucional, el juez Adly Mansour, hasta la convocatoria de elecciones presidenciales anticipadas.