Herschel, el más grande telescopio orbital enviado al espacio, se acerca al término de su existencia.
Lanzado en mayo de 2009 para estudiar la formación de las estrellas, cerrará definitivamente sus ojos, después de haber agotado sus reservas de helio líquido.
La Agencia Espacial Europea informó que el Herschel envió más de 25.000 horas de datos registrados durante su existencia, y ha mostrado una visión totalmente nueva del Universo, aspectos inéditos y jamás vistos del proceso del nacimiento de las estrellas y de la formación de las galaxias.
El telescopio también ha ayudado a los astrónomos a detectar la presencia de agua, molécula determinante para eventuales formas de vida en todas partes del Universo.
Además, ha proporcionado informaciones inéditas sobre el asteroide Apophis, que se acercará a la Tierra en el año 2029.
El telescopio debe su nombre al físico William Herschel, quien descubrió los rayos infrarrojos en 1800. Con un espejo principal de 3,5 metros de diámetro, el Herschel es el mayor y más poderoso telescopio infrarrojo alguna vez enviado al espacio.
