El gol 157 se hizo de rogar dos partidos (ante Lyon y Guingamp en Copa) pero El Matador lo logró a los 11 minutos del duelo liguero.
El uruguayo lo celebró quitándose la camiseta y vio la tarjeta amarilla. La imagen curiosa la protagonizó el árbitro, quien tras sacarle la cartulina le felicitó por su histórico tanto.