El Estadio Centenario fue construido especialmente para la celebración de la Copa Mundial y, como su nombre lo indica, como celebración de los cien años de la independencia uruguaya.

Jules Rimet lo llamó el "templo del fútbol". Con una capacidad para 60.000 espectadores, era el mayor estadio del mundo fuera de las Islas Británicas. Sin embargo, las fuertes lluvias acaecidas en Montevideo antes de la inauguración del campeonato impidieron que su construcción fuera finalizada a tiempo.

Dada esta situación los organizadores se vieron obligados a buscar otros estadios para celebrar en ellos los primeros partidos, el Gran Parque Central del Club Nacional de Fútbol y el Estadio Pocitos del Club Atlético Peñarol, escenarios donde se jugaron de manera simultánea los dos primeros partidos en la historia de la Copa Mundial.

El Estadio Centenario fue oficialmente inaugurado el sexto día de competición, el 18 de julio de 1930, con el partido entre Uruguay y Perú, y a partir de ese momento todos los partidos se jugaron ahí.