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Domingo, 29 Junio 2014 00:00

1938: Los años de plomo

Noticias de Udigital
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En 1938, el mundo, y particularmente Europa, se encaminaba a una explosión generalizada y a una carnicería sin precedentes.

Desde dos años antes, España se debatía en una cruenta guerra civil; ese mismo año, los Panzer alemanes entraban en Austria, y en el Extremo Oriente, Japón iniciaba su cruzada militarista invadiendo China, dando comienzo a la Segunda Guerra chino-japonesa.

Por tales motivos, la Copa Mundial de Fútbol de 1938 realizada en Francia contó con las deserciones de España, China y Japón, mientras que Austria, legítimamente clasificada, se retiró del torneo tras el Anschluss, la anexión de su territorio por la Alemania nazi.

Además, los equipos americanos (a excepción de Brasil y Cuba) nuevamente boicotearon el torneo, luego de que fuera otorgada la sede a un país europeo a pesar del compromiso inicial de alternar la sede entre ambos continentes.

Durante el campeonato se sucedieron los incidentes, reflejo de la tensión mundial. Alemania fue repudiada por el público mientras los jugadores realizaban el saludo nazi.

Mussolini, al igual que en 1934, no estaba dispuesto a ver perder a su equipo. El seleccionador italiano, Vittorio Pozzo, recibió un telegrama antes del partido final en el que sólo podía leerse «Vencer o morir». Además, obligó a sus jugadores a vestir para la final camisetas negras, símbolo del fascismo italiano.

El combinado italiano venció al equipo húngaro por 4-2. Unos años después, el hombre que defendió la portería del combinado húngaro, Antal Szabó dijo: Nunca me sentí tan feliz luego de una derrota. Con los 4 goles que me hicieron salvé la vida de 11 seres humanos.

Un detalle menos dramático: se dio la primera participación de un país asiático, las entonces Islas Orientales Holandesas, que luego sería Indonesia.