El Papa Francisco inició su primera gira internacional tras ser elegido el pasado 13 de marzo, protagonizando un atascamiento de tránsito en la principal avenida de Río de Janeiro cuando el vehículo que lo transportaba quedó atrapado entre los fieles, que lo aclamaban con fervor, y un ómnibus.
Jorge Bergoglio modificó la agenda original, para incluir un recorrido por el centro carioca, y así poder tomar contacto directo con la gente antes de asistir a la recepción oficial en el Palacio de Guanabara, donde lo aguardaba la presidenta Dilma Rousseff.
En su primer discurso dijo que vino a Brasil en nombre de Jesús "para alimentar la llama de amor fraterno que arde en todo corazón, y deseo que llegue a todos y a cada uno mi saludo. La paz de Cristo esté con ustedes...".