Decenas de heridos y al menos 66 fallecidos es el saldo de una explosión ocurrida en una toma ilegal de combustible en la localidad de San Primitivo, ubicada en el minicipio de Tlahuelilpan, estado de Higaldo.
La explosión fue el resultado de una incorrecta manipulación a la hora de tomar combustible de forma ilegal del gran ducto nacional Tuxpan-Tula, de la petrolera estatal PEMEX. El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, llamó a todo el personal del gobierno a “prestar auxilio a la gente en el sitio”.
De acuerdo con videos difundidos, la fuga provocada había formado una especie de piscina y tenía varias horas de estar fluyendo. Decenas de personas se acercaron con recipientes para obtener gasolina ante la vista y paciencia de cuerpos de seguridad como policías y militares.
De acuerdo con el alcalde de Tlahuelilpan, Juan Pedro Cruz, la fuga fue reportada a eso de las 17 horas del viernes, y el Ejército acordonó la zona para tratar de evitar algún incidente.
Sin embargo, más de 200 personas rompieron el cerco e ingresaron hasta la piscina de nafta para robar un poco.
Varias otras explosiones se han reportado en distintos puntos del país en los últimos días pero sin heridos o fallecidos.
El gobierno mexicano está tratando de resolver uno de los mayores problemas que ha aquejado a la unión en décadas, el llamado “huachicoleo”, como se le dice popularmente al delito del robo de combustible. Se presume que una compleja red de delincuencia que ha propiciado esto por años está compuesta inclusive por personas en los altos mandos de la empresa Petróleos Mexicanos (PEMEX), y una gran investigación federal se está llevando a cabo por orden de López Obrador.