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Las autoridades de Indonesia han confirmado este sábado que un avión comercial con 62 personas a bordo del que se había perdido la pista a primera hora de la tarde sufrió un accidente al caer sobre el mar frente a la costa de Yakarta.

El avión de la aerolínea Sriwajaya, un Boeing 737-524 matriculado en 1994, se estrelló en el Mar de Java minutos después de haber despegado del Aeropuerto Internacional Sukarno-Hatta, en la capital indonesia, con destino a Pontianak, capital de Borneo Occidental.

El avión había cambiado bruscamente de dirección, lo que suscitó que la torre de control preguntara a los pilotos qué estaba sucediendo cuando, repentinamente, desapareció del radar.

En el avión viajaban 50 pasajeros, incluidos tres bebés y otros siete menores de edad, y seis tripulantes. La autoridades han confirmado que todos los pasajeros son de nacionalidad indonesia.

Por su parte, pescadores de las inmediaciones afirmaron a medios locales que habían presenciado una explosión y hallado flotando en el mar los posibles restos del accidente aéreo. En imágenes mostradas por el canal local KompasTV, varios pescadores que faenaban en la zona del posible accidente mostraron cables y otro equipamiento que habían encontrado en las inmediaciones del lugar en el que se estrelló el avión.

El de hoy es el último de un largo historial de siniestros aéreos en Indonesia que ha afectado de nuevo a un modelo del fabricante estadounidense Boeing.

El 29 de octubre de 2018, un Boeing 737 Max 8 de la aerolínea de bajo coste Lion Air se estrelló en aguas del mar de Java también a los pocos minutos de despegar de Yakarta después de que los pilotos tuviesen dificultades con los mandos del avión.

El peor siniestro la historia de la aviación indonesia se produjo el 26 de septiembre de 1997 cuando un Airbus de la aerolínea indonesia Garuda se estrelló en el norte de la isla indonesia de Sumatra y murieron sus 234 pasajeros y tripulantes. Ese año fue el de mayor siniestralidad para la aviación indonesia al registrase tres accidentes aéreos de gran envergadura.

El volcán Krakatoa, en Indonesia, hizo erupción ayer en la noche y después de dos detonaciones provocó columnas de humo de hasta 600 metros. Hasta el momento no se reportaron víctimas fatales.

Según indicó el Centro por la Vulcanología y la Mitigación de Desastres Geológicos de Indonesia, el volcán empezó a expulsar fuego el viernes por la noche y se mantuvo en erupción hasta este sábado por la mañana. Por ahora se mantiene el nivel dos de alarma, el segundo en una escala de 4. La primera explosión fue a las 21.58 y duró un minuto y 12 segundos, y la última y más potente, a las 22.35, que se prolongó durante 38 minutos y 4 segundos.

“La erupción del volcán de Anak Krakatau no desencadenará otra. Que ocurran este tipo de situaciones en Indonesia es normal”, explicó el vulcanólogo local, Devy Kamil Syahbana. Además, según informó el Centro de Vulcanología y Mitigación de Desastres Geológicos (PVMBG), no se tiene constancia de daños materiales por el momento.

Se trataría de mayor erupción registrada desde 2018, cuando una fuerte erupción colapsó la isla y causó un tsunami en la costa de Sumatra y Java que acabó con la vida de 430 personas. En 1883 tuvo otra letal erupción que mató a cerca de 40.000 personas y en aquella oportunidad desencadenó en todo el planeta un periodo de enfriamiento global.

Las autoridades indonesias elevaron hoy a 1.234 la cifra de víctimas mortales que causó el terremoto de magnitud 7,5 y el posterior tsunami que golpearon la isla de Célebes el viernes pasado.
El aumento de la cifra de muertos se debe a que los equipos de rescate han entrado en zonas que eran inaccesibles desde el viernes, cuando se fraguó la catástrofe con un terremoto de magnitud 6,1 que mató a una persona e hirió a 20 y al que le siguió, tres horas después, el seísmo de 7,5 y el tsunami.
Indonesia se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica en la que cada año se registran unos 7.000 terremotos, la mayoría moderados.

Cerca de 400 personas murieron y centenares permanecen desaparecidas en Palu y la cercana villa de Donggala, una zona donde residen cerca de 600.000 habitantes.
Uno de los movimientos sísmicos alcanzó los 7,5 grados y fue seguido de olas que llegaron a medir 3 metros de altura. El suceso se produjo en torno a las 6:00 de la tarde hora local.
Las primeras cifras oficiales de víctimas hablan de 384 muertos, 540 heridos y 29 desaparecidos,
La capital, Jakarta, no tiene contacto con numerosas partes de esa región, ya que la sacudida provocó un colapso de la electricidad, las comunicaciones y las conexiones telefónicas.
El epicentro del principal temblor se produjo a unos 80 kilómetros al norte de Palu, más cerca de Donggala, una pequeña aldea pesquera ubicada a unas dos horas de carretera que quedó totalmente incomunicada con el resto del territorio.
Un vídeo casero dejó ver como la ola del tsunami se abatía sobre una costa que ya estaba medio anegada, arrasando casas y vehículos, y generando el terror entre los residentes que veían acercarse la pared de agua desde un aparcamiento elevado. Posteriormente, la grabación mostraba el enorme caudal marino adentrándose por las calles de la ciudad medio inundada.