Los nuevos recipientes, con una capacidad 33% mayor a los anteriores, vienen siendo instalados en los barrios Cerro, La teja, La Unión y Malvín.
Según informó la comuna, con estos 2.000 contenedores se completará la renovación de 6000 recipientes de toda la ciudad que comenzó el año pasado y que significa que más de la mitad de los contenedores de la vía pública son nuevos.
Los recipientes están hechos de hierro galvanizado en caliente y tienen una vida útil estimada en ocho años, si se los cuida correctamente. Por este motivo desde la Intendencia se afirma que es clave evitar roturas intencionales y quemaduras.
Se recuerda que, en los casos en que se ve humo saliendo del contenedor, se debe llamar lo antes posible a Bomberos.
Los contenedores que se retiran de la vía pública tienen dos destinos: los que son recuperables se arreglan y pintan nuevamente en los talleres de limpieza, y de los más dañados se vende la chatarra para su reutilización.