Más de 360 personas han fallecido hasta este 3 de febrero como víctimas del mortal brote de coronavirus de Wuhan: el 2019-nCoV, como se le ha llamado, se contagió de un animal a personas en un insalubre mercado de carne de animales exóticos en esa ciudad.

Los medios estatales chinos informaron el lunes 57 nuevas muertes, todas menos una en Wuhan, la capital de la provincia central de Hubei, que ha estado cuarentenizada durante casi dos semanas mientras las autoridades intentan contener el brote.

El Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un llamamiento urgente para equipos médicos de protección, ya que el número total de víctimas llegó a 361, superando las muertes en China continental causadas por el virus Sars 2002 – 2003. El número de infecciones también aumentó, pasando los 17.200.

Las autoridades de las provincias cuarentenizadas, entre las que se encuentra Guangdong (la más poblada del país), suman más de 300 millones de habitantes. Las autoridades de estas han ordenado el uso obligatorio de la mascarilla en un esfuerzo por evitar nuevos contagios.

Pero las fábricas capaces de producir alrededor de 20 millones de máscaras al día solo operan entre el 60 y el 70% de su capacidad, según el Ministerio de Industria.

El virus se ha extendido a más de 24 países. Varios, incluidos aliados de Beijing, han comenzado a cerrar sus fronteras a los ciudadanos y viajeros chinos del país.