El primer ministro de Irak, Mustafa Kadhimi, sobrevivió a un intento de asesinato luego de que un dron, aparentemente cargado de explosivos, se utilizara para atacar su casa en la llamada 'zona verde' de Bagdad, la capital del país.

El primer ministro y varios miembros de su equipo de seguridad resultaron heridos. Sin embargo, el propio Kadhimi informó a la población: “Estoy bien, alabado sea Dios, entre mi pueblo, y pido calma y moderación de todos, por el bien de Irak".

Hasta el momento, el ataque no ha sido reivindicado por ningún grupo.

Cabe señalar que el atentado se produjo poco después de que tuvieran lugar unas protestas en la capital iraquí por los resultados de las elecciones generales del mes de octubre.

Dichas protestas escalaron hasta llegar a enfrentamientos entre los manifestantes y los agentes de las fuerzas de seguridad, que emplearon gases lacrimógenos. Como resultado de las protestas, al menos una persona falleció.