Un terremoto de magnitud 7,3 se produjo frente a las costas de Fukushima, al noreste de Japón.

Se ha informado de fuertes temblores e interrupciones del suministro eléctrico. A su vez, se activó la alerta por un posible tsunami.

El sismo tuvo lugar a una profundidad de 60 kilómetros. En principio se registró un fallecido y cerca de 90 heridos.

El fenómeno provocó cortes eléctricos en las cercanías de Fukushima así como en amplias zonas de Tokio.

Alrededor de dos millones de hogares estaban sin luz. Existía preocupación por los reactores en la planta nuclear de Fukushima, en la cual se suscitó una tragedia tras el el gran terremoto de 2011.

El transporte también se vio afectado. Varias líneas ferroviarias de alta velocidad han sido interrumpidas en el noreste del país, así como el aeropuerto de Haneda, en Tokio.