El conservador Boris Johnson se ha convertido en el primer ministro de Gran Bretaña después de reunirse con la reina Isabell II, quien le encargó la formación del Gobierno. En su discurso frente a la residencia presidencial, el número 10 de Downing Street, en Londres, Johnson se ha dirigido directamente a los críticos del Brexit: "A aquellos que dicen que no estamos preparados, yo les digo que no subestimen a este país" ha afirmado con contundencia. Johnson es partidario de un Brexit duro en contraste con su antecesora, Theresa May, que ha abandonado en el mismo día el número 10 de Downing Street.
Johnson se comprometió a negociar «un nuevo y mejor» acuerdo con la Unión Europeaque garantice la salida del Reino Unido del bloque y a cumplir con la voluntad del pueblo el próximo 31 de octubre «cueste lo que cueste», a pesar de que Bruselas viene advirtiendo desde hace meses de que el pacto al que se llegó en su momento con May no se tocará.
Según Johnson, un Brexit sin acuerdo es una «remota posibilidad». No obstante, amenazó con que el Reino Unido se quedará con los 39.000 millones de libras (44.000 millones de euros) de la factura del divorcio si la UE «fuerza» una salida no pactada y sin periodo transitorio.