La costa oriental de China fue azotada por fuertes vientos y lluvias torrenciales como consecuencia del tifón Soulik.
Al menos tres personas murieron y medio millón de habitantes se vieron obligados a evacuar sus hogares.
El tifón ya había ocasionado dos víctimas fatales en Taiwan antes de encaminarse hacia el continente.
Alcanzó la provincia costera de Fujien con vientos de 118 quilómetros por hora. Las precipitaciones pluviales llegaron a 250 mm en apenas 20 horas.