El candidato opositor Ekrem Imamoglu repitió el domingo su victoria en las elecciones municipales de Estambul después de la cancelación de la primera votación, lo que le infligió al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, su peor revés electoral en 17 años.
De acuerdo con los resultados parciales publicados por la agencia estatal Anadolu después de contar con más del 99% de los votos, Imamoglu obtuvo el 54.03% de los votos contra el 45.09% para el candidato de Erdogan, el ex Primer Ministro, Binali Yildirim.
Esta elección tuvo lugar casi tres meses después de las elecciones municipales del 31 de marzo, ganadas en Estambul por Imamoglu con solo 13,000 votos por delante de Yildirim.
El domingo obtuvo 777,000 votos más que su rival, según los resultados provisionales. El sondeo de marzo había sido invalidado después de las apelaciones del partido conservador islámico del presidente, el AKP, alegando "irregularidades masivas". Rechazando estas acusaciones, la oposición denunció un "golpe contra la urna" y consideró que la nueva elección era una "batalla por la democracia".
Debido a todo eso, era mucho más que una elección municipal. La votación en Estambul era un test para la popularidad de Erdogan y su partido en un contexto de graves dificultades económicas. "Quien gana Estambul gana Turquía", dijo el presidente que, con su partido, ha ganado todas las elecciones desde que el AKP llegó al poder en 2002.
Para Erdogan, se trataba de mantener una ciudad de más de 15 millones de habitantes, la capital económica del país, que ha controlado durante 25 años. Para la oposición, intentar infligir a Erdogan su primera gran derrota desde que llegó al poder.
Docenas de simpatizantes del AKP se reunieron frente a la sede del partido en Estambul después del anuncio de los resultados, algunos con lágrimas en los ojos. "Es una lección para nosotros, tenemos que aprender", dijo un partidario del AKP.
Una atmósfera aún más festiva prevaleció entre los seguidores de Imamoglu. "Ahora somos las personas más felices del mundo, él ha recuperado el mandato que fue usurpado, ganó la batalla por la democracia", dijo uno de sus partidarios en la sede de la campaña.
En marzo, el AKP también perdió la capital Ankara después de 25 años de hegemonía islámica conservadora, penalizada por la difícil situación económica, con una inflación del 20%, un colapso de la lira turca y un alto desempleo.
La derrota del domingo es tanto más significativa ya que el AKP había recurrido a la memoria de los votantes más conservadores, pero también a los kurdos para tratar de ganar. Estos últimos, considerados "hacedores de reyes". El AKP había suavizado su retórica sobre el tema kurdo en las últimas semanas y Yildirim fue tan lejos como para mencionar "Kurdistán", una palabra tabú en su campaña. El principal partido pro-kurdo HDP llamó, como en marzo, a votar por Imamoglu, ignorando un sorprendente llamado a la neutralidad por parte del líder del Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK), Abdullah Öcalan, desde la prisión.